En muchas partes del mundo hispanohablante, las celebraciones de la temporada no se terminan con el nuevo año. Todavía tienen, en el 5 y 6 de enero, el sobredicho “Día de los Reyes Magos.”
MADRID, ESPAÑA — En muchas partes del mundo hispanohablante, la gente sabe que las celebraciones importantes de la temporada nunca se terminarán con el nuevo año. Conocido como un día muy esperado y emocionante para los niños, el 6 de enero — el sobredicho “Día de los Reyes Magos” — está anualmente lleno de procesiones largas, cabalgatas maravillosas, comidas deliciosas y, por supuesto, regalos con valores y sentimientos especiales. Principalmente ligada a la historia cristiana de la visita al niño Jesús por los reyes, trayendo regalos simbólicos, la fiesta es también celebrada por sus relaciones con múltiples culturas diferentes que se encontraban por la Mediterráneo durante el tiempo de Jesús y por el Atlántico durante los siguientes periodos de migración, resultando frecuentemente en sincretismos religiosos.
Eso se ve en las identidades de los reyes magos — Melchor, Gaspar y Baltasar — que pretendían representar las tres razas de la Edad Media: a los europeos, a los asiáticos y a los africanos. Por muchos años, el problema de representación durante el desfile se resuelven con costumbres; los reyes de las cabalgatas en España interpretados por hombres disfrazados, con Baltasar, el rey de los africanos, apareciendo cada año en “blackface.” Pero hoy en día, y progresivamente, uno puede encontrar los reyes en algunas ciudades en Europa sin blackface, interpretados por miembros de comunidades españoles criadas después de migraciones recientes.
Lo Fantástico de las Cabalgatas
Madrid Se Muestra Como un Líder
En este asunto, es Madrid en España que se presenta como líder humanitario. Dirigida por Manuela Carmena, jurista y juez emérita que ganó la alcaldía en 2015 subiendo un vago político, Madrid y sus consejos gubernamentales han aprobado aplicaciones para las cabalgatas del día que intentan tomar en cuento los cambios sociales y culturales de las ultimas décadas y la importancia de no mis-representarlos durante los feriados estatales.
Nos parece absurdo que, existiendo una cada vez más nutrida comunidad de color en nuestra ciudad, este personaje siga estando representado por una persona con su rostro tiznado.
Este gesto es mucho más que una anécdota. Es un paso más en el reconocimiento de la diversidad y la multiculturalidad que caracteriza el Madrid de nuestros días. Que el papel del Rey Baltasar en la Cabalgata de Reyes esté desempeñado por una persona de raza negra es un nuevo paso hacia la normalización y la integración de todos los pueblos, razas y culturas que conforman el mosaico social madrileño.
— Mar Espinar, Concejala Socialista de Cultura, March 2015
Si en 2017 el debate sobre la representación de Baltasar parece tranquilo, el gobierno de Madrid no para allí y acepta una aplicación que permite que un miembro de otra comunidad, La Prohibida, conocido/a como una “drag queen,” participe en el desfile mayor de Puente de Vallecas. Y por su identidad, disfrazado/a. Leyendo la denuncia y lo polémico que estallan después del anuncio y aún de la cabalgata, que revelan especies de medio y aún de odio, uno puede esperar que este debate también sea más tranquilo en los años que vienen.
Los Reyes Sincratizados Por El Mundo
La idea del Día de los Reyes Magos como una celebración de culturas — no de una sola cultura — se ve también, y naturalmente, en las procesiones y festivales en países colonizados por España: en Cuba, República Dominicana, Puerto Rico, México, Paraguay e Uruguay. Allí se celebran en el mismo día festividades de la africanidad. Cierto, para mantener una vista larga de las raíces y culturas del pueblo. Pero también para recordar a la gente que, en el periodo colonial, este día era de asueto para los esclavos negros, que dejaban de trabajar por un rato, que salían a las calles, que contaban sus propios himnos y bailaban al ritmo percutor de sus tamboras. Aprovechándose de estas festividades de la religión cristiana, en la que los esclavos no practicaban, los africanos y sus descendientes se mostraban entonces llegados de otra región y de otra religión, dibujando para sus observadores un camino distinto del cruel proceso de la esclavitud.
Así tenemos un feriado muy reconocido, en el pasado y ahora, como un día verdaderamente global — nacido y renacido en escenas de renovación espiritual y en desfiles de mezcla cultural, dedicado a los niños, pero perteneciente a los grandes movimientos del mundo.